El Gobierno, en el Consejo de Ministros del pasado viernes, finalmente aprobó los convenios para la puesta en marcha del plan de desvío voluntario de los camiones de las carreteras convencionales a los peajes.
Después de la confusión generada por Fomento en el sector a lo largo de la semana pasada, cuando retrasó el inicio del plan, sin aviso previo y sin fijar una fecha concreta para su puesta en marcha, el Consejo de Ministros del pasado viernes, 3 de julio, dieron inicio a los reales decretos por los que se aprueban los convenios entre la Administración General de Estado y las concesionarias de autopistas para la puesta en marcha del Plan de desvío voluntario de tráfico pesado de las carreteras convencionales a las autopistas de peaje.
La medida, pretende lograr que los transportistas que usan vehículos pesados se desvíen hacia las autopistas de peaje, a cambio se les ofrecerá una bonificación de hasta el 50% del peaje. La prueba inicial se instaurará en seis tramos de carretera, con una longitud total de 318 kilómetros, y se calcula que podrá beneficiar a más de 1,3 millones de vehículos pesados.
Para optar a las bonificaciones, los vehículos deben tener un dispositivo de telepeaje. Los cálculos realizados por Fomento estiman que el ahorro de costes de estos desvíos podría llegar a los 53.000 euros diarios, lo que representa más de 7,4 millones de euros para la prueba piloto, que se prolongará durante cinco meses.
Los tramos afectados en los que comenzará a aplicarse este plan son Villalba‐Villacastín, Dos Hermanas‐Jerez Norte, Lérida‐Montblanc, Rubena‐Armiñón, Puxeiros‐Porriño y León‐Campomanes. Todos, explican desde Fomento, serán adecuadamente señalizados en el comienzo y final del tramo.