Actualmente, comparar los objetivos comerciales o las metas fijadas por la compañía con los logros obtenidos por las empresas de la competencia nos permiten conocer el verdadero posicionamiento de la empresa en el mercado. Para evaluar y comparar nuestros logros con los de la competencia de forma objetiva, deberemos usar dos herramientas de gran utilidad como son el benchmarking, los indicadores y las métricas.
Los objetivos comerciales son distintos dependiendo de la empresa, de la situación en la que se encuentra y sus prioridades; aun así, el benchmarking es la mejor herramienta para analizarlos.
El benchmarking es un indicador que nos permite comparar el plazo de una empresa con la competencia en un plazo de tiempo determinado. Este indicador nos mostrará que: hay áreas en las que obtenemos mejores resultados que en las otras; que existen puntos débiles dónde la organización del departamento queda muy por detrás del resto y/o si superamos o no los resultados deseados, entre otros.
El objetivo del benchmarking no es otro que detectar las áreas de nuestra compañía que son más productivas y competitivas para poder centrar todos nuestros esfuerzos en ellas, elaborando una nueva estrategia con la ayuda de un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) y fijando unos nuevos objetivos comerciales más ambiciosos.